Voy a ser raptado.

Tengo serias razones para creer que yo, mi esposa y me pequeño hijo vamos a ser raptados.Este blog sera el medio que dejare para que todos mis seres queridos, amigos y personas con las cuales convivo diariamente puedan saber exactamente que nos sucedio.Antes de continuar quiero insistir en la seriedad de este asunto, se me acaba el tiempo y tengo por delante largas horas de dedicacion para que la informacion que poseo pueda estar accesible al momento de separarnos. Mi desaparicion es inminente y espero actuar con consecuencia los dias que quedan.Se que te resultara muy facil subestimar mis palabras y no darles la connotacion que requieren, pero cuando el momento llegue espero que recuerdes este sitio y busques en él la razon de lo que me ocurrio.
Por favor lee desde el principio.

miércoles, 2 de febrero de 2011

En cualquier momento.

El harpazo es inminente.

Puede suceder ahora mismo, pues no se requiere el avistamiento de ninguna señal, ni el cumplimiento de ningún acontecimiento. Todos los sucesos proféticos que podamos identificar son sin duda señales del regreso de Jesús al final de la semana setenta de Daniel, pero para el harpazo no se necesita ningún requisito previo para su efecto.

Insisto, podría suceder en este preciso momento.

De esta forma lo enseña la escritura y así lo entendieron los apóstoles y la iglesia primitiva. Ellos vivieron cada uno de sus días con esa consigna muy presente. No esperaban el cumplimiento de ningún suceso, no esperaban el tiempo de ira, ni la manifestación del inicuo, ni la profanación del templo, ellos esperaban al Señor viniendo por ellos en las nubes, resucitando a los muertos en Cristo y transformando en un abrir y cerrar de ojos a los fieles. Cualquier otra manera de verlo es torcer la escritura y privar al creyente de la esperanza bendita que Dios nos ha concedido.

El concepto de inminencia solo permite ubicar el momento del harpazo antes del comienzo de los siete años de tribulación, los cuales estarán plagados de acontecimientos proféticos que son la antesala del regreso corporal de Jesús sobre el monte de los olivos.

También la idea de inminencia seria completamente destruida si tuviéramos la posibilidad de establecer
fechas de todos estos acontecimientos proféticos. Pues al tener una fecha dejaríamos de sentir que podría ocurrir en cualquier momento, al amanecer o a la medianoche o al cantar del gallo como nos enseña la escritura.

En esto tenemos que tener especial cuidado, pues el Señor nos enseño en su sermón profético;

"Pero el día ni la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, sino solo mi Padre." Mateo 24 36

Y cuando llevados por el error olvidemos esta premisa, deberíamos darle un vistazo a la advertencia del Maestro; "Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá" Lucas 12:40

Sin embargo nada de esto nos exime de la responsabilidad de discernir los tiempos y observar el florecimiento de la higuera (Israel), que sin duda nos indicara si estamos viviendo tiempos finales.

"De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama esta tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano esta cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, conoced que esta cerca, a las puertas" Mateo 24 32-33

Y el apóstol Pablo nos añade:
"Mas vosotros, hermanos, no estáis en tinieblas para que aquel día os sorprenda como ladrón"
1 Tesalonicenses 5:4

Nuestra convicción es que el harpazo es inminente, esta ubicado antes de la septuaginta semana de Daniel y que aunque no sabemos cuando será con exactitud, si hacemos bien en leer las señales de los tiempos, que nos dicen a gritos que el Señor ya viene por los suyos.

Yo le estoy esperando.

No hay comentarios: